Omar Anguiano
El jazz y el Río Mississippi
Les compartimos una ilustradora cita del poeta y crítico musical afroamericano Amiri Baraka (Leroi Jones) 1934-2014, sobre cómo el jazz remontó del Sur al Norte estadounidense en la primera mitad del siglo XX. Cambiando las geografías al mismo tiempo que los estilos jazzísticos. En su libro Blues people (1963), dice el autor:
"Pero, en el momento en que esta música [el jazz] comenzó a ascender por el río, junto con las masas de negros que huían del Sur, había ya cambiado considerablemente. La Creole Band de Oliver, la primera formación negra de jazz que verdaderamente ejerció influencia en el Norte, tenía un ajuste muy superior al del conjunto de Bolden. En ella ya no había guitarra ni violín, y contaba con un piano. En New Orleans los pianistas habían sido principalmente solistas, en las diversas casas de citas y burdeles de Storyville. En realidad, los pianistas eran los únicos músicos negros que trabajaban con carácter fijo y que no necesitaban otros empleos. Sin embargo, las primeras agrupaciones de jazz de New Orleans carecían de piano [aquí hay que destacar la problemática de la precariedad del sustento del musico no-pianista, la exacerbación de la situación de precariedad laboral del ex-esclavo]. Jelly Roll Morton, uno de los primeros pianistas de jazz, estaba muy influido por el estilo de ragtime, pese a que sus rags estaban a su vez muy influidos por los blues y por aquel estilo de rag, más rudo, que se llamaba "barrelhouse". Se dice que Bunk Johnson dijo que la música que tocaba Jelly "gustaba a las prostitutas". Y si pensamos que la tocaba en una casa de prostitución, comprenderemos fácilmente cuán funcional debió ser esta música. Sin embargo, el piano, en cuanto a instrumento de un conjunto de jazz, no existía en la antigua música de New Orleans. El estilo de la orquesta de Oliver, más suave y más claramente polifónico, en contraste con la auténtica heterofonía propia seguramente de las anteriores bandas como la de Bolden -la Kid Ory´s Sunshine Orchestra, el primer conjunto de jazz negro que grabó un disco [Los Ángeles, 1921], nos da un indicio de cómo debía de ser el sonido de estas agrupaciones-, demostraba la existencia de una disciplina y un respeto a la forma que forzosamente tenían que derivar, en gran parte, del ragtime y de las más precisa técnicas pianísticas que éste exigía".
[cfr. [1] Jones, Leroi. Blues People. Música negra en la América blanca. Traducción Carlos Ribalta. Ed. Lumen. Barcelona. 1969. P. 190-191]
